Curiosidades sobre el hallazgo
y la imagen de
Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre
y la imagen de
Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre
Nuestra
Señora de la Caridad y los Remedios, título original de Nuestra Señora
de la Caridad del Cobre es una pequeña imagen venerada en su basílica en
El Cobre, Santiago de Cuba. Según narra la leyenda más difundida, en
una mañana de mayo de 1608 tres pescadores conocidos como "los tres
Juanes" (Juan Blanco, Juan Indio y Juan Hoyos o Juan Diego, el apellido
dependerá de la versión que se lea), navegando por la bahía de Nipe para
pescar algunos peces, vieron al poco tiempo de empezar su trabajo que
algo se acercaba a ellos, algo blanco que lucía como una niña sobre las
aguas. Su sorpresa fue mayor al percatarse que se trataba de una imagen
de la Virgen con el Niño, de unos 30 cms. y que flotaba sobre una
tablita que tenía escrito "Yo soy la Virgen de la Caridad". Los "tres
Juanes" tomaron la imagen y regresaron a tierra firme para dar la
noticia del hallazgo.
Esto
es una de las versiones más contadas, pero revisando los archivos del
santuario y de otros lugares se ha encontrado que esta leyenda tan
difundida difiere un poco o bastante de la realidad. Esto se comprobó
debido a la existencia de una declaración formal hecha por Juan Moreno,
un esclavo negro que sería uno de los tres Juanes de los que habla la
leyenda, el llamado "negrito de la Virgen".
En
esta declaración Juan Moreno hace constar que los verdaderos nombres de
los tres pescadores eran Juan Hoyos y Rodrigo Hoyos, que eran indios y
hermanos y, el tercero, el mismo Juan Moreno, esclavo negro de 10 años
de edad cuando sucedió el hallazgo. Con esto queda más que claro que la
famosa versión en la que se dice que uno era español, el otro indio, y
el tercero un negro, no era más que una cuestión simbólica y alegórica
para representar a las tres razas que habitan en Cuba.
Otra
diferencia que se hace notar en la narración es que los llamados "tres
juanes" no eran pescadores sino que habían ido a buscar sal, y estando
en su quehacer vieron sobre la espuma del mar cómo flotaba la imagen y
quedaron sorprendidos al ver que sus vestidos estaban secos. Lo que si
coincide es la tablita y lo escrito en ésta, "Yo soy la Virgen de la
Caridad".
Algo
que suele ser destacable en la iconografía de la Virgen es la luna
invertida que la acompaña, la cual a diferencia de las demás imágenes
marianas está con las puntas hacia abajo. Se aduce que eso se basa en
las deidades autóctonas de los antiguos habitantes de la región, para
quienes la luna invertida simbolizaba el dominio sobre la muerte, la
protección y el cuidado de la vida.
Otra
cosa a destacar es que aunque la imagen de la Virgen se viste de
dorado, en las estampas populares se le encuentra con el manto azul.
Algunas investigaciones han concluido en que lo más posible es que antes
de que le pusiera el traje dorado que es del siglo XVII y confeccionado
en México, debió haber tenido ropas originales como las que se
encuentran en la imagen de los "tres juanes", es decir, el manto azul
verdoso según algunas referencias de la época.
Muchas
conjeturas se han hecho acerca de la procedencia de la imagen, pensando
que podría haberse debido a algún naufragio español o de piratas. El
encargado de la última restauración de la imagen, Francisco Figueroa,
menciona que la cabeza de la Virgen está hecha a base de una pasta de
maíz típica de las áreas azteca y maya de México. Basados en esto,
pudiera ser que la imagen hubiera sido elaborada en la península de
Yucatán, que tiene cercanía con Cuba, o en alguna otra parte del
antiplano central de México como Michoacán, en el que era común la
elaboración de imágenes religiosas con la pasta de maíz y la pasta de
caña.
En
1899 se cometió un sacrilegio contra la imagen. En la mañana del 12 de
mayo se encontró que se le habían quitado la cabeza, sus alhajas, el
Niño Jesús y el resplandor. Algún tiempo después y debido a varias
gestiones se pudieron recuperar la cabeza y el Niño Jesús, abandonados
en un lugar.
Fuente:
André Efrén, http://www.preguntasantoral.es
Aclaración recibida
sobre dos de las curiosidades
mencionadas
Rogelio Zelada envía desde Miami estas importantes
aclaraciones:
En las notas curiosas sobre la Virgen de la
Caridad se cita a Figueroa con el dato de que la cabeza de la Virgen es de
pasta de maíz. Resulta que cuando se restauró la imagen, al quitarle todas las
capas de pintura y de cera que la habían recubierto por siglos, se encontró que
la imagen era de barro, que al quebrarse durante el robo del 98 perdió el
volumen de su cuerpo.
La técnica con que fue hecha era típica de su
época y se hacían estas imágenes en España y en Brasil, donde unos monjes
paulistas tenían un taller.
La diferencia estaba en que las españolas,
también hechas de barro cocido, estaban recubiertas de una capa final de polvo
de arroz mezclado con cola de conejo, lo que les daba una apariencia fina y
pulida. Las de Sao Paulo eran idénticas con la diferencia de que el polvo era
de maíz.
Hasta
el momento no podemos saber de qué material
era la cubierta del rostro de la Virgen de la Caridad, pues Mons.
Meurice no
dio permiso para hacer esta investigación. Así que creo que el detalle
del
autor de la nota habría que averiguar su procedencia, pues los que
trabajaron en la restauración que se hizo entonces -me contó uno de
ellos- que se habían quedado con
las ganas de saber la procedencia de la imagen, si era carioca o gallega.
Actualmente el rostro de la imagen tiene un torso
de madera de roble y unas extensiones de acero que la fijan a la base de plata.
La acaban de restaurar, con mucho mejor tino, para la visita del Papa
Benedicto.
La profanaron dos marineros americanos de los que
desembarcaron en la guerra hispanoamericana, con el propósito de robar los
exvotos riquísimos que vestía la imagen. Es un milagro que el rostro no lo
hubieran destruido al quitarle el gran brillante que tenía incrustado en la
frente.
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