Hogares de la Madre y sus hijos
P. Luis Betancourt
Sitio Web Oficial
Virgen de la Caridad el Cobre
Además de que fueron varios, ¿qué se puede decir, con fundamento, de los antiguos hogares de LA MADRE DE CUBA? Que el PRIMERO, en Barajagua, fue un bohío: «casa cubierta de guano y cercada de tablas de palma».
«La Iglesia Parroquial» de El Cobre fue el SEGUNDO, donde «la pusieron en un altar», sin poderse precisar cuánto tiempo estuvo allí porque los documentos más antiguos no lo dicen. El TERCERO fue una ermita construida antes de 1648, también en El Cobre.
Años después de 1648 se inició la construcción del CUARTO: una «Casa de la Señora» de dimensiones reducidas. ¿Cuándo se terminó? Por ahora sólo podemos aportar un dato fiable: el año 1685 todavía se laboraba en el pequeño Santuario.
Llegado 1756 -cuando fue visitado y descrito por el obispo Morell de Santa Cruz- el Santuario seguía siendo pequeño: tenía una sola nave «de mampostería y tejas» y carecía de torres. El documento oficial del obispo -dirigido al Rey español- no menciona altar ni trono de plata donde la imagen estuviese colocada. Y extraña que piezas de esa envergadura pasaran inadvertidos al puntilloso Morell.
El temblor del año 1766 dañó el pequeño templo, derribando el pórtico donde colgaban sus tres campanas. Dice el Capellán Bernardino Ramírez que antes de 1782 habían resuelto ese percance, levantando «una torrecilla provisional» que servía de campanario.
Tras visitar El Cobre en 1803, el obispo Osés informó al Rey que se acababa de terminar una cúpula de «media naranja» y de añadir «otro cuerpo» a «una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Caridad» situada «sobre una montaña inmediata a este pueblo».
Aunque no se dispone todavía de suficientes documentos fiables para precisar los años o períodos en que se realizaron las sucesivas obras, el primitivo Santuario se amplió y embelleció a lo largo de más de dos siglos.
El terremoto del año 1852 causó importantes daños en el templo. Como medida preventiva, la imagen de la Virgen se trasladó enseguida a una especie de «tienda de campaña» levantada en el parque del pueblo. Ya acondicionada la iglesia parroquial, fue llevada a ella.
Alrededor de 1856-57 se acometió la reconstrucción del Santuario. El alcance y duración de las obras no son fáciles de precisar en estos momentos. Y no les sorprenda que algún día hablemos de un ‘QUINTO’ Santuario antiguo.
El templo se dotó de un retablo de mármol. Como altar y trono de la Virgen se mantuvo el antiguo de plata, hoy ubicado en la llamada «Capilla de los Milagros». [No parece sostenible que la hechura de esas importantes piezas de plata pueda remontarse al siglo XVII. Datos indirectos avalan un testimonio del Capellán Ramírez, escrito hacia 1782: «El (altar) mayor, que es de hermosa hechura, en donde está Ntra. Sra., se va vistiendo de plata fina, fabricado ya casi la mitad»]. Así lucía el Hogar de LA MADRE «en lo alto del cerro», a finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX. Era el símbolo y fruto visible del amor de los hijos. Del esfuerzo humilde y casi siempre anónimo de muchos miles de devotos. De la constancia a toda prueba, durante algo más de dos siglos. De lo mejor, más batalloso y noble de los corazones cubanos.
Santuario a finales del siglo XIX y primeros del XX
El día 8 de septiembre 1898, totalmente ignorados por norteamericanos y españoles al negociar, fijar y firmar las condiciones de una paz luchada dura y largamente, nuestros bravos mambises, obedeciendo orden directa del General Calixto García, fueron al Hogar de LA MADRE. Celebraron allí un evento que después pasó a nuestra historia como «La Declaración Mambisa de la Independencia Cubana».
De sopetón, un día de mayo 1906, la Casa de LA MADRE DE CUBA se agrietó y empezó a derrumbarse. Las excavaciones de galerías y pozos en el subsuelo del Santuario, efectuadas sin escrúpulo alguno por la Compañía “The Cobre Mines”, causaron el derrumbe.
Toda la historia pudo acabar en ruinas. Y no habría sido el primer caso de un culto secular caído en el olvido. ¡Pero no se acabó! ¡Fue lo contrario! El derrumbe del antiguo Santuario abrió una nueva etapa que ha llegado hasta hoy.
Desde 1906 a 1927, LA MADRE compartió nuevos hogares con los hijos que seguían visitándola: una casa en el pueblo; el paradero del ferrocarril, y otra vez esa iglesia parroquial cobrera que siempre había sido un segundo hogar para LA MADRE en momentos difíciles.
Llegado septiembre 1927 -sin estar todavía terminado- LA MADRE DE CUBA fue llevada al Hogar donde hoy permanece: el Santuario que ahora se va a reparar y ampliar.
Virgen de la Caridad el Cobre
Además de que fueron varios, ¿qué se puede decir, con fundamento, de los antiguos hogares de LA MADRE DE CUBA? Que el PRIMERO, en Barajagua, fue un bohío: «casa cubierta de guano y cercada de tablas de palma».
«La Iglesia Parroquial» de El Cobre fue el SEGUNDO, donde «la pusieron en un altar», sin poderse precisar cuánto tiempo estuvo allí porque los documentos más antiguos no lo dicen. El TERCERO fue una ermita construida antes de 1648, también en El Cobre.
Años después de 1648 se inició la construcción del CUARTO: una «Casa de la Señora» de dimensiones reducidas. ¿Cuándo se terminó? Por ahora sólo podemos aportar un dato fiable: el año 1685 todavía se laboraba en el pequeño Santuario.
Llegado 1756 -cuando fue visitado y descrito por el obispo Morell de Santa Cruz- el Santuario seguía siendo pequeño: tenía una sola nave «de mampostería y tejas» y carecía de torres. El documento oficial del obispo -dirigido al Rey español- no menciona altar ni trono de plata donde la imagen estuviese colocada. Y extraña que piezas de esa envergadura pasaran inadvertidos al puntilloso Morell.
El temblor del año 1766 dañó el pequeño templo, derribando el pórtico donde colgaban sus tres campanas. Dice el Capellán Bernardino Ramírez que antes de 1782 habían resuelto ese percance, levantando «una torrecilla provisional» que servía de campanario.
Tras visitar El Cobre en 1803, el obispo Osés informó al Rey que se acababa de terminar una cúpula de «media naranja» y de añadir «otro cuerpo» a «una capilla dedicada a Nuestra Señora de la Caridad» situada «sobre una montaña inmediata a este pueblo».
Aunque no se dispone todavía de suficientes documentos fiables para precisar los años o períodos en que se realizaron las sucesivas obras, el primitivo Santuario se amplió y embelleció a lo largo de más de dos siglos.
El terremoto del año 1852 causó importantes daños en el templo. Como medida preventiva, la imagen de la Virgen se trasladó enseguida a una especie de «tienda de campaña» levantada en el parque del pueblo. Ya acondicionada la iglesia parroquial, fue llevada a ella.
Alrededor de 1856-57 se acometió la reconstrucción del Santuario. El alcance y duración de las obras no son fáciles de precisar en estos momentos. Y no les sorprenda que algún día hablemos de un ‘QUINTO’ Santuario antiguo.
El templo se dotó de un retablo de mármol. Como altar y trono de la Virgen se mantuvo el antiguo de plata, hoy ubicado en la llamada «Capilla de los Milagros». [No parece sostenible que la hechura de esas importantes piezas de plata pueda remontarse al siglo XVII. Datos indirectos avalan un testimonio del Capellán Ramírez, escrito hacia 1782: «El (altar) mayor, que es de hermosa hechura, en donde está Ntra. Sra., se va vistiendo de plata fina, fabricado ya casi la mitad»]. Así lucía el Hogar de LA MADRE «en lo alto del cerro», a finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX. Era el símbolo y fruto visible del amor de los hijos. Del esfuerzo humilde y casi siempre anónimo de muchos miles de devotos. De la constancia a toda prueba, durante algo más de dos siglos. De lo mejor, más batalloso y noble de los corazones cubanos.
Santuario a finales del siglo XIX y primeros del XX
El día 8 de septiembre 1898, totalmente ignorados por norteamericanos y españoles al negociar, fijar y firmar las condiciones de una paz luchada dura y largamente, nuestros bravos mambises, obedeciendo orden directa del General Calixto García, fueron al Hogar de LA MADRE. Celebraron allí un evento que después pasó a nuestra historia como «La Declaración Mambisa de la Independencia Cubana».
De sopetón, un día de mayo 1906, la Casa de LA MADRE DE CUBA se agrietó y empezó a derrumbarse. Las excavaciones de galerías y pozos en el subsuelo del Santuario, efectuadas sin escrúpulo alguno por la Compañía “The Cobre Mines”, causaron el derrumbe.
Toda la historia pudo acabar en ruinas. Y no habría sido el primer caso de un culto secular caído en el olvido. ¡Pero no se acabó! ¡Fue lo contrario! El derrumbe del antiguo Santuario abrió una nueva etapa que ha llegado hasta hoy.
Desde 1906 a 1927, LA MADRE compartió nuevos hogares con los hijos que seguían visitándola: una casa en el pueblo; el paradero del ferrocarril, y otra vez esa iglesia parroquial cobrera que siempre había sido un segundo hogar para LA MADRE en momentos difíciles.
Llegado septiembre 1927 -sin estar todavía terminado- LA MADRE DE CUBA fue llevada al Hogar donde hoy permanece: el Santuario que ahora se va a reparar y ampliar.
Foto y texto:
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Arquidiócesis de Santiago de Cuba
http://www.virgendelacaridaddelcobre.org
Foto: Estado en que quedó el Santuario después del derrumbe de 1906
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