La gratitud

La gratitud es uno de los dones que todo cristiano debe ejercer. No tengo cómo expresar mi reconocimiento a todos aquellos que han sido generosos con la Iglesia en Cuba. Las cartas de los sacerdotes y obispos suplicándome que por favor no me olvide de ellos, que los ayude, que haga algo para mitigar la pobreza y la miseria que hoy reina en nuestra patria. Es una gota pero no sabemos que a través de esa gota se le da un plato de comida a un niño, a un anciano, a todos aquellos que están pasando hambre y que la Iglesia los trata de ayudar. Los enfermos de sida, de leucemia, de enfermedades horribles, sin tener algo para aliviar sus dolores.

No entiendo cómo pueden haber cubanos que se hacen sordos y ciegos a esta realidad cuando los hispanoamericanos me mandan su contibución por amor a la Virgen de la Caridad, yo me siento sin saber cómo pueden haber almas tan nobles cuando hay cubanos que no quieren oir ni ver la realidad de la tierra que los vio nacer. Gracias a todos los donantes, Dios y la Virgen se los tiene presente.

De un carta de
Mons. Armando Jiménez Rebollar